Si bien los dos términos a veces se usan indistintamente, un coach es alguien que predica con el ejemplo, mientras que un manager es alguien a quien se considera que “manda”. Esto no quiere decir que un manager no le muestre a un empleado/a cómo hacer una tarea en el trabajo; pero el coach simplemente va un paso más allá, está a su nivel y está comprometido a apoyarlo, mientras que un manager es su jefe.

Un coach se enfoca en desarrollar a los profesionales como individuos, en lugar de enfocarse únicamente en los resultados asociados con esas personas. Esto mejora la retención de los profesionales, reduce los niveles de estrés del personal y aumenta la motivación

1. Trata a tu gente como miembros de tu equipo, no como empleados/as

Ser visto como un superior no equivale necesariamente a respeto, ni a productividad. Recibiremos mejores resultados de los profesionales que nos ven como alguien a su nivel, trabajando hacia un objetivo común en lugar de simplemente dirigir el tráfico.

2. Desarrolla una conexión personal

Aprendamos esto: habla con tu gente a su nivel. Aprende sobre sus vidas y crea una conexión. Las conexiones se fomentan a través de la empatía y las experiencias personales compartidas.

Esto puede ser tan simple como preguntarle a un profesional sobre su fin de semana o invertir en sus objetivos fuera del trabajo.

3. Escucha a tus profesionales

«Tenemos dos oídos y una boca para que podamos escuchar el doble de lo que hablamos»

Epicteto

Si puedes escuchar a tus profesionales en lugar de instruirlos, encontrarás respuestas a problemas que ni siquiera sabías que existían.

  • Presta toda tu atención a tu personal cuando te hablen.
  • Mantén el contacto visual.
  • Se empático con ellos y demuestre que estás dispuesto a ayudar.
  • Se accesible. Siempre ten abierta la puerta.
  • Acepta la comunicación abierta y el feedback.
4. Motiva e incentiva

Todos estamos motivados por algo o alguien. Conocer personalmente a tus profesionales debería darte una indicación de lo que los motiva.

El 81% de los que respondieron a la encuesta de Glassdoor dijeron que están motivados para trabajar más duro cuando su responsable muestra aprecio por su trabajo. En contraste, solo el 38% dijo que trabaja más duro cuando su jefe es exigente. El 37% dijo que trabaja más duro porque teme perder su trabajo.

Algunos incentivos que impulsan las motivaciones y viceversa:

  • Ofreciendo oportunidades de crecimiento personal o profesional.
  • Proporcionando una supervisión constante del trabajo.
  • Ofreciendo bonificaciones monetarias.
  • Siendo transparente.
  • Priorizando la conciliación de la vida personal y laboral.

Es posible que no tengas la capacidad o el poder para implementar todos los incentivos enumerados anteriormente, pero la motivación también puede provenir de gestos personales humildes. Dar una palmada en la espalda verbal o asistir a eventos de trabajo (¡los eventos virtuales cuentan!) Son formas adecuadas de demostrar a tus profesionales que les aprecias.

5. Haz que el trabajo sea relajado y divertido

El dicho familiar, «La gente deja a los managers y no a las empresas», refleja quizás la razón más común de la falta de compromiso y la infelicidad en el trabajo.

Disfrutar, a menudo tiene menos que ver con el trabajo en sí, y más con la gente de la oficina.

Si tus profesionales disfrutan yendo a trabajar, su rendimiento y sus perspectivas mejorarán.

Después de todo, un lugar de trabajo feliz es un lugar de trabajo exitoso.

6. Crea un trabajo significativo e impactante

Todos disfrutamos viendo los frutos de nuestro trabajo. Si puedes hacer que tus profesionales sienten que su trabajo es importante, ellos se sentirán importantes en la organización.

El trabajo significativo tiene un significado diferente para diferentes personas, por esto es importante conocer a nuestros profesionales.

Crea un sentido de comunidad, proporciona una validación constante y motiva a tu equipo para que comprenda el impacto que tiene su trabajo. Crea una cultura de comprensión y enfatice la importancia de cada individuo para la organización