La aplicación de metodologías Ágiles en el mundo de IT Software ha dado la posibilidad de ponerlo en funcionamiento en otras áreas de negocio.
Las futuras generaciones de profesionales nos están dando pistas de que la gestión actual del capital humano debe ser diferente. Actualmente son muchas las organizaciones que tienen el foco puesto en métodos tradicionales, ancladas en una gestión de liderazgo de “ordeno y mando” y con nula aceptación de creatividad por parte de las personas que componen sus equipos. En definitiva, con un rol de control total.
La adquisición de metodologías ágiles en HR, ayudará a adquirir nuevas perspectivas y posibilidades generando adaptabilidad, innovación y rapidez en cada una de las áreas de las que se compone dicho departamento.
Dialoga y permite dialogar de manera constante, es un método sencillo con unos resultados extraordinarios.
Áreas de HR donde aplicar filosofía Agile: ¡TODAS!
- Reclutamiento y selección
- Onboarding
- Descripción de puestos
- Evaluación y gestión del desempeño
- Planes de sucesión y carreras
- Compensación y beneficios
- Formación y desarrollo
- …
Llevar a cabo este cambio, ¿Es fácil?
Todo proceso de cambio requiere de un esfuerzo y de ir viendo resultados día a día. Si finalmente pulsamos el botón de salida para convertir un Departamento de personas tradicional en un Departamento de personas Agile, ¿Qué obtendremos?
- Aprendizaje continuo
- Participación real de equipos – Creación de valor
- Generación de equipos multifuncionales
- Transparencia en los procesos
Cuando un área de RRHH adopta “Agilidad”, cada acción que hace se convierte en valor, acelerándose la entrega de trabajo y una reducción de tiempos.
Para iniciar el cambio, una forma que nos ayudaría a conseguir los objetivos como departamento de Personas Agile, es formular y llevar a cabo un aprendizaje previo sobre la gestión ágil de proyectos, orientado a todas las personas participes del cambio. Esta formación deberá ser práctica, con ejemplos y estando conscientes en todo momento de lo aprendido para ponerlo en práctica.
Una vez interiorizada la filosofía y los conceptos clave de la gestión ágil, (que habrán hecho entender la decisión de adoptar nuevas maneras de desarrollar y entender el trabajo), la mejor forma de aplicar el conocimiento es llevarlo a cabo a través de un proyecto real. Este proyecto nos hará experimentar el cambio y la mejora desde un punto de vista práctico. Es importante contar con tutorías de evaluación (TEAs), donde se crean espacios de reflexión y mejoras sobre el proyecto. Durante todo el proceso y de manera transversal a cada una de las fases, la figura de acompañamiento y apoyo como el Agile Mentor será fundamental para conseguir las metas.